POR QUÉ PAAPA ESSIEDU NO ES UN BUEN CASTING PARA INTERPRETAR A SNAPE 🧙♂️
O cómo HBO le va a dar una capa diferente al personaje en su "fiel adaptación"
Tras muchos años en los que los potterheads se han visto obligados a revisionar las películas de Harry Potter hasta la náusea y de tragarse el bodrio de Animales Fantásticos en aras de no dejar morir al fandom, HBO ha confirmado que se está comenzando a trabajar en una nueva adaptación en formato serie. Durante el anuncio, prometieron dar a luz a una versión más fiel y detallada de los libros de la ínclita J.K. Rowling, pues como muchos sabréis, las películas se comieron buena parte de las subtramas de las novelas. Con un plan que abarca múltiples temporadas, una por libro, se espera que la serie tenga un estreno anual para evitar que el paso del tiempo afecte la credibilidad de los actores, evitando así una situación al estilo Stranger Things, donde podríamos acabar con la actriz de Hermione con 27 años, casada y con tres hijos.
Este último mes se han confirmado varios de los actores que interpretarán a algunos de los personajes más emblemáticos de la saga, como Dumbledore o McGonagall, pero es el casting de Snape el que está levantando más revuelo. Y no es para menos. Y es que el problema de tener a Paapa Essiedu como Snape no radica en su color de piel en sí, sino en cómo afecta a la dinámica y la narrativa del personaje en la historia. Aquí hay varios puntos a considerar:
LA RELACIÓN DE PODER ENTRE SEVERUS SNAPE Y LOS MERODEADORES
En los libros, cuando se habla del pasado de Snape y de su adolescencia en Hogwarts, este es descrito como un niño de orígenes muy humildes, con ropa remendada, pelo largo y grasiento, nariz aguileña, dientes desiguales y rodeado de un sempiterno aire sombrío. En cambio, el padre de Harry, James Potter, es el arquetipo de pijo esnob presuntuoso. Niño de buena familia, rica y popular, que disfruta de la atención y de su estatus dentro del colegio de magia. Y, por lo tanto, el acoso que ejercen sobre Snape en las novelas es una representación de una dinámica clásica de poder: el chico rico, popular y talentoso que abusa del marginado. Se habla de la casta.
Si el pobre desgraciado de Severus es interpretado por un actor negro, se añade una capa racial que la historia original ni siquiera considera. De repente, el bullying de James Potter y Sirius Black a Snape dejará de ser solo un caso de acoso escolar para convertirse en un ejemplo de violencia racial, lo que a ojos del espectador cambiará la percepción del conflicto y la moralidad de los personajes.
Su ingreso al grupo de los Mortífagos (una organización supremacista que desprecia a los hijos nacidos de muggles), será aún más difícil de justificar, pues la audiencia podría interpretarlo como alguien oprimido forzado a unirse a un sistema opresor porque no tiene otro lugar donde encajar. Es como si un superviviente de la masacre de Tulsa se uniese al partido Nazi en una pataleta revanchista.
EL CONTEXTO DE LA SOCIEDAD MÁGICA
Si bien es cierto que los libros exploran la segregación, el apartheid y la esclavitud entre razas mágicas, el mundo de Harry Potter no considera el racismo en los mismos términos en que se percibe en la vida real. Se establece un conflicto de discriminación basado en la “sangre”. Puros enfrentados a mestizos. Pero nunca se aborda el racismo como lo conocemos nosotros.
Que Snape sea interpretado por un actor negro añadirá matices que van más allá de un simple cambio físico respecto al personaje novelizado. Su historia como marginado, menospreciado y tratado como inferior por la élite mágica adquirirá inevitablemente una dimensión racial que no estaba presente en el material original, algo que, con toda seguridad, J.K. no pretendía reflejar en sus relatos.
EL CAMBIO DE LA PERCEPCIÓN DE JAMES POTTER
Sí, James Potter no es ningún modelo a seguir en los libros. Pese a que el mediocre de Harry lo tiene en un pedestal, esto se debe precisamente a que su percepción de su padre está alimentada únicamente por los relatos de quienes lo conocieron, sin haber tenido jamás la oportunidad de formarse una opinión propia. En las novelas, es mostrado como un matón juvenil que más tarde madura y cambia el chip a un hombre respetable. Sin embargo, si James fuera un niño blanco rico acosando a un niño negro pobre, el bullying pasaría a tener una connotación histórica y social más fuerte. La brecha que separa el mundo mágico del mundo de los muggles se haría más estrecha y los espectadores recibiríamos el mensaje de que los blancos en ambos mundos somos la misma mierda en todo.
Esto hará que la “redención” del padre de Harry sea más difícil de aceptar para la audiencia contemporánea, pues su relación con Lily podría interpretarse de manera diferente. Recordemos que el interés amoroso de Snape, incluso antes de ingresar a Hogwarts, era Lily. Sin embargo, con el tiempo, su amistad se fue deteriorando hasta que ella acabó casándose con James, el principal acosador de Snape durante sus años en el colegio. ¿A lo mejor Lily, aparte de ser una elitista exclusivista, era también una supremacista blanca en la Inglaterra de los 70?
No dudo que Paapa Essiedu sea un buen actor y que consiga plasmar la esencia del personaje, pero que interprete precisamente a Snape es una elección, como mínimo, cuestionable. No obstante, tengo ganas de ver si los creadores de la serie introducirán el resto de subtramas que las películas se dejaron en el tintero. En concreto, la trama en la que Hermione aboga por los derechos de los elfos domésticos y crea prácticamente un movimiento sindicalista en Hogwarts durante La Cámara de los Secretos.
Me recuerda a la serie de Entrevista con el Vampiro, donde Luois (papel interpretado por Brad Pitt en 1994) era el Gusano Gis de Juego de Tronos, Claudia que en los libros tenía 5 años (Kirsten Duntz con unos 9 en la peli)estaba ambientado en el siglo Xx en lugar del XVIII y oh, Louis no era dueño de una plantación sino de un puticlub. Claro que sí.
Las adaptaciones son eso, adaptaciones, pero hay límites
Que maravilla de articulo. Explicando con argumentos por que la decision no es acertada.